Es difícil para mi tratar de resumir una vida tan espectacular y con tanta dedicación a Dios en unas cuantas líneas: era un hombre que siempre tuvo claro que Dios y Su voluntad son primero. Un hombre quien cambió tantas vidas y demostró que el amor Del Padre se muestra con hechos y no con palabras. Que vio la importancia de ayudar a cambiar la vida de los más necesitados para romper cadenas generacionales y mejorar la siguiente familia. Que apoyó siempre a difundir El Reino de Dios

Pienso que la mejor manera de honrar su legado es seguir con el ministerio al que él dedicó todo su esfuerzo, dedicación y amor. Los que nos quedamos nos sentimos honrados de seguir tan noble misión y continuar ayudando a cambiar vidas, siempre entendiendo como el hno. Josué siempre nos dijo “este ministerio es de Dios”.

Personalmente, fue como un padre para mi quien me enseñó a trabajar. Me enseñó cosas de la vida y me dio tantos consejos que me ayudan a través de mi camino. Él fue la persona que me llevó a Cristo y me demostró que Dios nunca falla, y sus tiempos son perfectos.

Platicando con él días antes de su partida, me decía que él ya estaba listo para ir con el Señor, y que cuando pasara él estaba en paz. Quiero llegar un día a estar tan preparado como él.

Siempre lo recordaremos con respeto y mucho amor.

Adiós jefe

Natanael Miramontes

HNE Director